Primer Acto

Con esta publicación, doy inicio a la que será la memoria de mi vida. En la que, gracias al poder de las palabras y el uso del drama; podré indagar en el futuro para acordarme entre sonrisas y lágrimas de todo lo que he vivido durante mi breve paso por este caótico mundo.

Esos paseos bajo la luz de la luna (ciegos a más no poder), rutas en coche acompañados por un día soleado (rezando por no cruzarnos con ningún radar), charlas profundas alrededor de la mesa redonda (despotricando unos de otros), cenas de verano en la terraza (quemando todas y cada una de las pizzas), etc.

Memoria basada en funciones, que formarán lo que me gusta llamar la «Obra de mi vida». Rellena de alegrías y tristezas, momentos de auge y de desesperación. Porque, básicamente:

«La vida es una obra de teatro que no permite ensayos; por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida… antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos» – Charles Chaplin

Dicho lo cual, y ya subiendo el telón

Bienvenidos a mi obra,

Ikral